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Poco interés y agendas apretadas: las dos limitantes de los alumnos
corporativos y cómo afrontarlas

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En el mundo actual, la formación continua es clave para el desarrollo profesional. Con el tráfico de información al que estamos expuestos y los continuos avances es necesario estar actualizados y asegurar que nuestros colaboradores también lo estén. Es aquí donde surge una pregunta: ¿Cómo hacemos que las personas logren tener las capacidades estratégicas que el negocio necesita?

Antes de tener la respuesta, se requiere mirar de cerca a la población que queremos capacitar: los alumnos corporativos.

Los alumnos corporativos tienen dos limitantes claras que dificultan su proceso de aprendizaje si no se implementan estrategias dirigidas a sortearlas: la primera es el poco interés que se traduce en falta de motivación. La segunda, poco tiempo, en medio del trabajo, la rutina y sus responsabilidades puede ser difícil encontrar un espacio en el que coincidan todos los colaboradores para presentarse a una clase.

Poco interés:

Monotonía: Los programas de formación tradicionales pueden resultar aburridos y repetitivos, desmotivando a los alumnos.

Falta de aplicabilidad: Si los contenidos no se vinculan con las necesidades reales del trabajo y de la empresa, el alumno no verá la utilidad de la formación.

Exceso de teoría: Un enfoque excesivamente teórico puede desanimar a los alumnos que buscan soluciones prácticas a sus problemas

Agendas apretadas:

Carga de trabajo: Las responsabilidades laborales y personales pueden consumir el tiempo disponible para la formación.

Falta de flexibilidad: Los horarios rígidos de los programas tradicionales dificultan la participación de los alumnos con agendas apretadas.

Priorización: La formación puede verse relegada a un segundo plano ante otras obligaciones más urgentes.

¿Cómo afrontar estas limitantes?

Para combatir la falta de interés:

  • Implementa formatos dinámicos e interactivos: Gamificación, microlearning o aprendizaje experiencial para mantener la atención y el entusiasmo.
  • Enfoque práctico: Muestra cómo aplicar los conocimientos a situaciones reales del trabajo, para que los alumnos vean la utilidad de la formación.
  • Personalización: Adapta los contenidos a las necesidades e intereses específicos al rol del alumno al que están dirigidos, para una experiencia más relevante.

Para superar las agendas apretadas:

  • Flexibilidad: Ofrece diferentes opciones de aprendizaje, como cursos online, blended learning o cápsulas de contenido, para que los alumnos puedan elegir la que mejor se adapte a su ritmo.
  • Microlearning: Divide los contenidos en unidades cortas y digeribles que se puedan consumir en cualquier momento.
  • Aprendizaje a su propio ritmo: Permite que los alumnos avancen según su disponibilidad, sin la presión de un ritmo fijo.

Comprender las limitantes de los alumnos corporativos es fundamental para diseñar programas de formación exitosos. Implementando estrategias que fomenten el interés y la flexibilidad, se puede lograr una participación activa y un aprendizaje efectivo en este segmento tan importante.

En SISTEL le apostamos a que la formación sea atractiva, práctica y personalizada para captar el interés de los alumnos. También creemos que la flexibilidad es clave para que los alumnos puedan adaptar la formación a sus agendas apretadas. Y finalmente, en un mundo en constante cambio, la capacidad de aprender y adaptarse es fundamental para el éxito. invertir en la formación de los empleados es una inversión en el futuro de la empresa.